Las vacaciones son perfectas para disfrutar de un merecido descanso y desconectar de las preocupaciones de todo el año. Sin embargo, al relajarnos y modificar nuestros hábitos, la salud de nuestros dientes puede verse afectada.
Lo mejor es visitar al dentista a la vuelta de las vacaciones para realizarnos una revisión y comprobar que todo está en perfecto estado.
Hay razones de peso para hacerlo.