Una de las primeras cosas que observas cuando conoces a alguien es su boca. Una imagen de una sonrisa blanca siempre produce mejor impresión que una que no lo sea tanto. Así, en los últimos años, se ha incrementado el número de servicios demandados a los profesionales de la Odontología en temas de blanqueamiento dental. Pero, ¿sabemos qué es? ¿Cómo se hace? ¿Qué peligros evitar o qué cuidados hemos de tener?
Es un tratamiento dental estético que logra reducir varios tonos el color original de las piezas dentales, dejandolos más blancos y brillantes. El blanqueamiento dental es un tratamiento odontológico, no es un tratamiento meramente estético que se puede hacer en cualquier lugar.
Es decir, es un tratamiento por el que puedes modificar el color de los dientes haciéndolos más claros que debe ser efectuado por un dentista colegiado que será quien diga los requisitos previos de salud que debemos cumplir.
El odontólogo será el que seleccione la técnica utilizar: tratamiento en la consulta o en casa, autoaplicándose blanqueadores, pero siempre bajo el control estricto por parte del dentista.
Debemos alertar sobre el posible daño a las piezas dentales si se utilizan éstos en alta concentración sin la prescripción ni el seguimiento de su odontólogo. Podrá visitar al especialista cada semana, cada quince días, etc., dependerá del caso.